Alma, Corazón, Vida El malote guapo ya no interesa Esta es la razón por la que a las mujeres les gustan los feos y no es por el dinero Hay hombres objetivamente guapos que llaman la atención. La importancia de las primeras impresiones Uno de los objetivos del estudio era tratar de entender de qué depende que una persona tenga una primera impresión positiva al conocer a alguien. En apenas un instante, nos hacemos una idea de cómo es una persona y si nos agrada o no. Es lo que en psicología se denomina 'efecto halo'.
Ya contradiga el código deontológico del amor que con esfuerzo y dedicación nos han inculcado padres, pedagogos y películas de Disney, prestar atención a los detalles convencionalmente denominados como superficiales podría ayudarnos a encontrar la pareja perfecta. Nuestras palabras, nuestra actitud y nuestro aspecto, entre otros factores de lo exterior, hablan con elocuencia de lo que hay dentro de nosotros: únicamente hay que saber leer las señales. Es por eso que permitirnos anatomía —un poco— superficiales podría, a fin de cuentas, no ser tan mala idea. Y sin embargo, muchas veces no pensamos en uno de los factores que resulta determinante en la relación: el trato. Es la forma que tiene nuestro cerebro de decirnos que sigamos buscando. Una pareja es un proyecto que, en la generalidad de los casos, desemboca en la constitución de una familia. Y una familia —entendida en su sentido convencional, con casa, niños, colegio y monovolumen— requiere una inversión a largo década. Y en las grandes historias de amor del cine y la humanidades, la lección es siempre la misma: las grandes pasiones emergen entre seres humanos completamente distintos.
Se necesitaba. De otro que por la deducción de estas filosofías patrísticas, iba a anatomía otra: Eva, la Señora. Y ello. Pese a que en el Ancestral Testamento el macho reconoce a la madama como su igual.