Basado en la biblia, podemos ver que la gente no tiene el derecho a disolver un matrimonio infeliz. Dios planeó que el matrimonio fuera para toda la vida. Efesios 5 presenta el matrimonio como una imagen de la relación que Dios tiene con nosotros. Esta es una razón por la que Dios tiene un interés en mantener intactos los matrimonios. Los matrimonios fracasados y hogares rotos son devastadores para el esposo y la esposa, por no hablar de los hijos involucrados. Esto no quiere decir que Dios quiere que nos obliguemos a permanecer para siempre en un matrimonio infeliz. Él no nos pide que simplemente apretemos los dientes y suframos. Cuando Dios aborda los problemas matrimoniales, lo hace desde la perspectiva de cómo solucionarlos, no cómo para disolver el matrimonio. Por ejemplo, Pablo escribe sobre el impacto demoníaco en los matrimonios 1 Corintios